EL NIÑO VERDE
Autor: Eva María Rodríguez
Era el primer día de curso en
Villanormal, un pueblo normal y corriente en el que nada ni nadie destacaba
sobre lo demás. Y es que en Villanormal existía una ley de normalidad, en la
que se decía cómo tenían que ser las cosas para que fueran normales.
Un día llegó al pueblo una mujer
extraña. Había heredado la casa de una tía abuela lejana y había decidido irse
a vivir allí. Pero como no era como los demás, la gente no le dirigía la
palabra, y se apartaba de su camino al pasar.
Poco a poco, la gente empezó a
ser más y más antipática con ella. La mujer estaba muy enfadada, pues no
entendía qué pasaba. Solo un niño, Tito, el hijo del alcalde, era amable con
ella.
- Te tratan así porque eres
diferente -le dijo el niño-. Para ellos no eres normal. Pero a mí… A mí me
encantaría ser diferente.
- ¿Cómo de diferente? -preguntó
la mujer.
- Me encantaría ser un niño verde
-dijo Tito.
- ¿Y que haría tu padre entonces?
-preguntó la mujer.
- Supongo que no le quedaría más
remedio que cambiar la ley de normalidad para que no me echaran del pueblo
-dijo el niño, riendo solo de pensarlo.
- Yo puedo ayudarte si quieres
-dijo la mujer-. Soy bruja. Estoy jubilada, pero todavía puedo hacer hechizos
interesantes.
- ¡Claro!
- De acuerdo. Mañana, antes de ir
a clase, ven a verme a casa y haré el hechizo.
A la mañana siguiente, Tito se
pasó por casa de la bruja, que lo convirtió en un niño verde. Y así se fue el
niño al colegio, tan contento y como si no pasase nada raro. Cuando entró en el colegio, los profesores se
pusieron muy nerviosos, le riñeron, y quisieron expulsarlo de allí, así que
llamaron de inmediato a su padre, que no sabía dónde meterse. ¡Su propio hijo,
violando la ley de normalidad! Eso era algo que no podía soportar.
Una niña se levantó de la mesa y
se dirigió a Tito:
- Me gusta tu nuevo estilo. Yo
también estoy harta de ser normal. Dime cómo lo has conseguido, porque yo
quiero ser rosa.
Otro niño se levantó gritando que
él quería ser rojo, y luego otro diciendo que quería ser violenta, y otro diciendo
que quería tener la piel de lunares.
Tito, muy satisfecho, le dijo a
su padre:
- Me parece papá, que vas a tener
que eliminar la ley de normalidad, porque si no este pueblo se va a quedar sin
niños.
Ese día el alcalde cambió la ley
y, desde entonces, lo normal en Villanormal es que cada uno elija ser como
quiera y que todos se acepten tal y como son. La que no para de trabajar es la
bruja, que ahora es la persona más importante del pueblo.
Ejercicio:
Basado en el cuento responde:
1. ¿Todos
somos iguales y actuamos igual?
2. ¿Crees
que tienes habilidades que haces muy bien como bailar, recitar, cantar o dibujar?
3. ¿Crees
que hay alguien en el salón que es el más gracioso y alguien que tiene la mejor
letra? ¿Quiénes?
4. Partiendo
de que todos somos distintos ¿crees que todos son buenos en algo?
5. si
todos fuéramos iguales, no nos podríamos distinguir, ¿crees que esas
diferencias hacen divertido compartir? ¿Cuáles podrían ser diferencias entre tú
y tus compañeros?
6. Haz
un compromiso en el que aceptas todas las diferencias entre tú y tus compañeros
por que sabes que esas diferencias nos hacen disfrutar la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario